Después de cinco años del accidente de Fukushima aún quedan 300 años de contaminación

Japón sigue luchando contra los residuos radiactivos generados por el accidente nuclear causado por el seísmo de 2011

Greenpeace ha iniciado una investigación científica en las aguas cercanas a la central nuclear de Fukushima Daiichi (Japón) para determinar el impacto de la radiactividad en el mar, cuando se cumplen cinco años del accidente. Los trabajos se están haciendo con el sustento de un barco de investigación y un robot submarino equipado con un espectrómetro sensible a rayos gamma, con el que se están tomando muestras de sedimentos del fondo marino.

Las investigaciones se perpetuarán durante el mes de marzo y se llevarán a cabo a lo largo de la costa del territorio de Fukushima, incluido el radio de 20 kilómetros de la central nuclear. Para estas investigaciones, el equipo de Greenpeace cuenta con el apoyo de científicos del laboratorio independiente de Chikurin-Shya en Tokio, y del ACRO en Francia.

Por una parte, Greenpeace denuncia que Tokyo Electric Power Company (TEPCO), la compañía propietaria de Fukushima Daiichi, ha producido más de 1,4 millones de toneladas de agua contaminada con radiactividad en sus intentos de enfriar los cientos de toneladas de combustible en los reactores 1,2 y 3 de Fukushima Daiichi.

Y, por otra parte, la organización ecologista explica que, además de las emisiones iniciales de los residuos nucleares líquidos que se hicieron las primeras semanas del accidente y las emisiones diarias procedentes de la planta, la contaminación también llega desde tierra a través de los ríos hasta el océano pacífico, y esto continuará así al menos durante 300 años.

La responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace España, Raquel Montón, que se encuentra en Fukushima colaborando en las labores de investigación ha asegurado que es una utopía pensar que se puede restaurar una zona contaminada con radioactividad debido a que las centrales nucleares producen residuos radiactivos que no pueden ser eliminados y mucho menos cuando se extienden en el medio ambiente a causa de un accidente.